El exorcismo es visto hoy en día como un fenómeno que se encuentra más ligado a estados psicológicos que ha una causa divina. Este concepto de posesiones proviene de una época antigua donde el cerebro era un órgano desconocido para las personas de esa época, las cuales al no encontrarle una explicación lógica a estos fenómenos los tildaban de actos divinos y hasta cierto punto diabólicos.
En la actualidad el estudio de los fenómenos psicológicos y problemas en el cerebro son muy avanzados, los cuales nos permiten tener una visión más certera de este tipo de fenómenos y poder analizar un poco más afondo de los que en verdad pasa en el cerebro dentro de este estado que ha sido denominado por especialistas como un estado de conciencia alterado.
La ciencia desde un principio tuvo respuesta para los fenómenos físicos que se manifiestan en estas ocasiones, por ejemplo existen casos en los cuales las personas que se encuentran dentro de este estado mental demuestran tener una fuerza descomunal a comparación de su estructura física, esto tuvo una explicación en base a experimentos, en los cuales se demostró que una persona que se encuentra en un estado “normal” tiende a usar solo el 20% de su fuerza física lo cual nos da a entender que la fuerza que comúnmente aplicamos en un ambiente cotidiano es tan solo la quinta parte de nuestra verdadera fuerza. También se han documentado casos en los cuales las personas hablan en idiomas que en teoría no conocen, pero a partir de experimentos en el subconsciente de las personas se ha podido demostrar que estos idiomas no aparecen por mera coincidencia, generalmente la gente que sufre este tipo de experiencias guarda o lleva una estrecha relación con ese idioma, ya sea que lo escucha cotidianamente o que en algún momento de su vida hubiese tenido contacto con estos.
Pero la ciencia dejaba un cable suelto que generalmente es documentado por la personas que ejercen estas prácticas, las cuales narran que dentro de la habitación en la cual se realiza el rito las cosas comienzan a moverse al parecer a voluntad de el “poseído” esto dejaba sin respuesta a la ciencia, pero a partir del 2006 se sabe a base de estudios que el ser humano no tiene total control sobre sus capacidades cerebrales por lo tanto no puede manejar estas habilidades, entre las cuales tenemos a la comunicación mental y control de objetos extra corporales, esta ultima habilidad es la que nos permite según entendidos en la materia manejar objetos con la mente a nuestro libre albedrio.
Cierto o no, la atención con que la Iglesia Católica toma este tema, así como la falta de explicación que los científicos han dado pie a suspicacias las cuales dejan todo a libertad de las personas la creencia o no de estos fenómenos como dicen algunos, es cuestión de fe.
Jorge Delta
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