“No sueñes tu vida, vive tu sueño” dice Mahatma Gandhi, pero, qué tan profunda puede llegar a ser esta frase cuando uno se inserta en el mundo de lo parapsicológico y piensa en algunos “fenómenos” no muy comunes pero muy debatidos, verbigracia el viaje astral.
El viaje astral se conoce como la supuesta separación de los elementos que componen a una persona: cuerpo y espíritu; siendo el último aquel que logra liberarse para viajar sin limitaciones de tiempo o espacio a través de todo un universo de lugares.
Diferentes testimonios concuerdan en que realmente uno llega a separarse de su dimensión material para dejar rienda suelta a su espíritu; sin embargo, no hay que caer en el mero fanatismo y afirmar algo por que parece excepcional y sin explicación alguna.
Un viaje astral esta intensamente ligado a la acción motora del cerebro ya que se produce cuando uno duerme. Regiones como el hipotálamo participan constantemente cuando se sueña. Pues, si se produce en esta circunstancia, ¿no cabria la posibilidad de ser un estado de sobre-estimulación cerebral? Además, se debe recalcar que la actividad cerebral llega a intensificarse cuando uno sueña, llegando a tener sueños tan complejos que son fáciles de confundir con la realidad en ese momento en que ocurren.
Uno debe detenerse a pensar un momento si un viaje astral en verdad sucede en esas dimensiones, tomando el carácter de fenómeno sobrenatural, o simplemente es una alucinación sobrevalorada por algunos fanáticos de la simple exageración. Los datos están sobre la mesa, es cada uno quien decide su postura.
Miguel Moreno
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